El creyente debe de tener siempre como prioridad mantener su comunión con Cristo, ya que también debe de estar esperando su regreso, y eso debe de motivarlo.
"Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados", (1 Juan 2:28, RV60).
"Y ahora, queridos hijos, permanezcan en comunión con Cristo para que, cuando él regrese, estén llenos de valor y no se alejen de él avergonzados", (1 Juan 2:28, NTV).