Listen

Description

Jesús no pide al Padre que nos perdone nuestros pecados arbitrariamente, sino que él ya pagó por nuestros pecados y por eso puede interceder por nosotros como abogado y salvador.

"Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo", (1 Juan 2:2, RV60).

"Él mismo es el sacrificio que pagó por nuestros pecados, y no solo los nuestros sino también los de todo el mundo", (1 Juan 2:2, NTV).