Entre los lectores de esta carta había quienes se decían cristianos, pero estaban viviendo lejos de Dios y de las enseñanzas de Cristo. Por eso Juan aclara quienes son los que realmente conocen a Cristo y ellos actúan de manera diferente a los demás.
"Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos", (1 Juan 2:3, RV60).
"Podemos estar seguros de que conocemos a Dios si obedecemos sus mandamientos", (1 Juan 2:4, NTV).