Juan ha estado haciendo una comparación entre aquellos que dicen que siguen a Jesús y aquellos que verdaderamente lo siguen. Por eso ha estado hablando de diferentes comportamientos que distinguen a un verdadero hijo de Dios de uno que dice ser hijo de Dios. Un verdadero creyente no odia a sus hermanos.
"El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo", (1 Juan 2:9-10, RV60).
"Si alguien afirma: «Vivo en la luz», pero odia a otro creyente, esa persona aún vive en la oscuridad. El que ama a otro creyente vive en la luz y no hace que otros tropiecen", (1 Juan 2:9-10, NTV).