El amor es una característica del creyente, es un amor incondicional, es el amor de Dios. Nadie ha visto a Dios, sin embargo, podemos ser perfeccionados en su amor al amar a nuestros hermanos.
"Queridos amigos, ya que Dios nos amó tanto, sin duda nosotros también debemos amarnos unos a otros. Nadie jamás ha visto a Dios; pero si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y su amor llega a la máxima expresión en nosotros", (1 Juan 4:11-12, NTV).
"Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.