Pedro explica a creyentes que sufrían persecución que Dios los hizo renacer para una esperanza viva. Estas debeieron de ser verdaderas palabras de aliento para creyentes que enfrentaban la muerte.
"Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos", (1 Pedro 1:3, RV60).
"Que toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Es por su gran misericordia que hemos nacido de nuevo, porque Dios levantó a Jesucristo de los muertos. Ahora vivimos con gran expectación", (1 Pedro 1:3, NTV).