Además de lo que había pedido, Dios le da algunas bendiciones más a Salomón, y una promesa condicional de larga vida, si Salomón lo sigue como lo hizo su padre David.
"Además, te daré lo que no me pediste: riquezas y fama. Ningún otro rey del mundo se comparará a ti por el resto de tu vida. Y si tú me sigues y obedeces mis decretos y mis mandatos como lo hizo tu padre David, también te daré una larga vida (1 Reyes 3:13-14, NTV).
"Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días. Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días", (1 Reyes 3:13-14, RV60).