Para poder alcanzar sabiduría y hacer lo correcto delante de Dios, primero se debe de amar a Dios y darle honra y gloria.
"Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. E iba el rey a Gabaón, porque aquel era el lugar alto principal, y sacrificaba allí; mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar", (1 Reyes 3:3-4, RV60).
"Salomón amaba al Señor y seguía todos los decretos de su padre David; sin embargo, él también ofrecía sacrificios y quemaba incienso en los lugares de culto de la región. El más importante de esos lugares de culto se encontraba en Gabaón; así que el rey fue allí y sacrificó mil ofrendas quemadas", (1 Reyes 3:3-4, NTV).