Nosotros, como seres humanos, no podemos ver el interior del ser humano y ver si las personas son verdaderamente salvas o no. Sin embargo, hay señales que nos pueden indicar cuando alguien a aceptado verdaderamente a Cristo como Señor y Salvador. Una de ellas, es la convicción que mantiene firme al creyente aún en medio de la persecución.
"Y luego, amados hermanos, sufrieron persecución por parte de sus propios compatriotas. De esta manera imitaron a los creyentes de las iglesias de Dios en Judea, quienes por su fe en Cristo Jesús sufrieron a manos de su propio pueblo, los judíos," (1 Tes. 2:14, NTV).