La comunión entre creyentes es muy importante y es dada y ordenada por Dios para que su iglesia crezca y se fortalezca. La comunión también sirve para alentar a aquellos que están pasando por dificultades. Pablo y Silas envían a Timoteo a Tesalónica para que él pudiera alentarlos en medio de sus dificultades.
"Por último, cuando ya no pudimos soportarlo más, decidimos quedarnos solos en Atenas y enviamos a Timoteo para que los visitara. Él es hermano nuestro y colaborador de Dios en la proclamación de la Buena Noticia de Cristo. Lo enviamos a ustedes para que los fortaleciera, los alentara en su fe y los ayudara a no ser perturbados por las dificultades que atravesaban; pero ustedes saben que estamos destinados a pasar por tales dificultades", (1 Tes. 3:1-3, NTV).