Pablo y Silas estaban preocupados por la fe de los Tesalonicenses y envían a Timoteo a ver si la fe de ellos estaba firme. Timoteo les da las buenas noticias que los Tesalonicenses estaban firmes y querían verlos otra vez.
"Pero ahora Timoteo acaba de regresar y nos trajo buenas noticias acerca de la fe y el amor de ustedes. Nos contó que siempre recuerdan nuestra visita con alegría y que desean vernos tanto como nosotros deseamos verlos a ustedes", (1 Tes. 3:6, NTV).