Pablo exhorta a los Tesalonicenses a seguir con la comunión unos con otros y a pasar la carta a los otros hermanos que los rodeaban.
"Saluden a todos los hermanos con un beso santo. Les ordeno, en el nombre del Señor, que les lean esta carta a todos los demás hermanos. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes", (1 Tes. 5:26-28, NTV).