Pablo, sigue orando por los Tesalonicenses, y pide dos cosas muy importantes que, nosotros , como creyentes podríamos también pedir por nosotros mismos y por los que amamos.
"Así que seguimos orando por ustedes, pidiéndole a nuestro Dios que los ayude para que vivan una vida digna de su llamado. Que él les dé el poder para llevar a cabo todas las cosas buenas que la fe los mueve a hacer", (2 Tes. 1:11, NTV).