Pablo le manifiesta a los Tesalonicenses que él, Silas y Timoteo están orgullosos de la constancia y la fidelidad de los Tesalonicenses.
"Con orgullo les contamos a las demás iglesias de Dios acerca de la constancia y la fidelidad de ustedes en todas las persecuciones y privaciones que están sufriendo", (2 Tes. 1:4, NTV).