Pablo sigue hablando a los Tesalonicense de como pueden ayudar a aquellos que no andan en las enseñanzas que él, Silas y Timoteo, les han dejado en su carta.
"Tomen nota de quienes rehúsan obedecer lo que decimos en esta carta. Aléjense de ellos, para que se avergüencen. No los vean como enemigos, sino llámenles la atención como lo harían con un hermano" (2 Tes. 3:14-15, NTV).