Pablo advierte a sus lectores de los argumentos de los falsos maestros.
"Les digo esto a ustedes para que nadie los engañe con argumentos ingeniosos. Pues, si bien estoy lejos, mi corazón está con ustedes. Y me alegro de que viven como deben hacerlo y de que su fe en Cristo se mantiene firme", (Col. 2:4-5, NTV).