En vez de seguir enseñanzas falsas de hombres, Pablo les recuerda a los Colosenses que deben de mantener su mirada en las verdades celestiales.
"Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios," (Col. 3:1 NTV).