En los tiempos de Pablo, había esclavos en muchos de los hogares, y Pablo les escribe y les anima a servir con sinceridad por temor al Señor.
"Esclavos, obedezcan en todo a sus amos terrenales. Traten de agradarlos todo el tiempo, no solo cuando ellos los observan. Sírvanlos con sinceridad debido al temor reverente que ustedes tienen al Señor", (Col. 3:22, NTV).