Obedecer los mandamientos de Dios tiene recompensa. Dios le promete a su pueblo que si ponen por obra, es decir, si obedecen la palabra, todo les va a salir bien.
"Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres", (Deut. 6:3, RV60).
"Escucha con atención, pueblo de Israel, y asegúrate de obedecer. Entonces todo te saldrá bien, y tendrás muchos hijos en la tierra donde fluyen la leche y la miel, tal como el Señor, Dios de tus antepasados, te lo prometió", (Deut. 6:3, NTV).