Dios quiere que su pueblo siempre tenga presente su palabra, debe de estar presente en todo lugar y en todo momento. Por eso siempre debemos de recordarla y hacer lo posible por tenerla presente.
"Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio. Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad", (Deut. 6:8-9, NTV).
"Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas", (Deut. 6:8-9, RV60).