El hecho de que Dios nos haya escogido a los gentiles para ser salvos desde antes de la fundación del mundo es solo porque él así lo quiso y para que él reciba la gloria y la alabanza.
"para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado", (Efesios 1:6, RV60).
"De manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado", (Efesios 1:6, NTV).
