Ahora que somos salvos, dice Pablo, todos, seamos judíos o gentiles, tenemos acceso a través del Espíritu Santo al Padre. Es decir, podemos tener comunión con él.
"Ahora todos podemos tener acceso al Padre por medio del mismo Espíritu Santo gracias a lo que Cristo hizo por nosotros", (Efesios 2:18, NTV).
"porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre", (Efesios 2:18, RV60).