Pablo les recuerda a los creyentes en Éfeso que la salvación es un regalo de Dios. Dios salva a la persona que creé en Jesús como Señor y Salvador por gracia, no por ningún mérito que la persona haya hecho.
"Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios", (Efesios 2:8, NTV).
"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios", (Efesios 2:8, RV60).