Pablo, les recuerda a sus lectores que el hecho de que ha sufrido, no le es motivo de desanimo. Tampoco se los dice para que sientan lástima. Más bien Pablo les dice que por esa razón ora a Dios, pero no pidiendo por él mismo.
"Por esta razón me arrodillo delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra", (Efesios 3:14-15, NVI).
"Cuando pienso en todo esto, caigo de rodillas y elevo una oración al Padre, el Creador de todo lo que existe en el cielo y en la tierra", (Efesios 3:14-15, NTV).
"Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra", (Efesios 3:14-15, RV60).