Pablo le revela a los Efesios que, primeramente, se considera un prisionero de Cristo y que se arrodillaba para orar por la iglesia.
"Por esta razón yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por el bien de ustedes los no judíos, me arrodillo en oración", (Efesios 3:1, NVI).
"Cuando pienso en todo esto, yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por el bien de ustedes, los gentiles...", (Efesios 3:1, NTV).
"Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles", (Efesios 3:1).
