Pablo explica que todos los creyentes encajan perfectamente en el cuerpo de Cristo, que es la iglesia, y que deben de cumplir con su función específica.
"Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor", (Efesios 4:16, NTV).
"de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor", (Efesios 4:16, RV60).