Pablo ahora revela a los Efesios que él es un prisionero por causa de su servicio a Cristo. Esto pareciera irónico o contradictorio, pero no es así.
"Por lo tanto, yo, prisionero por servir al Señor, les suplico que lleven una vida digna del llamado que han recibido de Dios, porque en verdad han sido llamados", (Efesios 4:1, NTV).
"Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados", (Efesios 4:1, RV60).