Ahora Pablo anima a los hermanos en Éfeso a dar gracias a Dios por todo. Esto parece algo simple, pero es una buena costumbre y puede ser una consecuencia de ser lleno del Espíritu Santo.
"Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo", (Efesios 5:20, NTV).
"dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo", (Efesios 5:20, RV60).