Pablo les recuerda a sus lectores que como creyentes son miembros del cuerpo de Cristo, es decir, la iglesia.
"Y nosotros somos miembros de su cuerpo", (Efesios 5:30, NTV).
"porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos", (Efesios 5:30, RV60).