Los creyentes, según nos explica Pablo, tenemos la responsabilidad de ejemplificar la relación entre Cristo y la iglesia. Por eso, Pablo repite que el hombre debe de amar a la mujer y la mujer debe respetar al marido.
"Por eso les repito: cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido", (Efesios 5:33, NTV).
"Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido", (Efesios 5:33, RV60).