Los creyentes estamos llamados a la santidad, así como Dios es santo. Esto significa ser apartados para agradar a Dios, es es ser "santo".
"Que no haya ninguna inmoralidad sexual, impureza ni avaricia entre ustedes. Tales pecados no tienen lugar en el pueblo de Dios.Los cuentos obscenos, las conversaciones necias y los chistes groseros no son para ustedes. En cambio, que haya una actitud de agradecimiento a Dios", (Efesios 5:3-4, NTV).
"Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias", (Efesios 5:3-4, RV60).