Pablo habla ahora a los esclavos o siervos y les pide respeto y sencillez de corazón para servir a sus amos. Esto lo podemos transportar a nuestros tiempos y hablar de la relación de los trabajadores y sus supervisores.
"Esclavos, obedezcan a sus amos terrenales con profundo respeto y temor. Sírvanlos con sinceridad, tal como servirían a Cristo. Traten de agradarlos todo el tiempo, no solo cuando ellos los observan. Como esclavos de Cristo, hagan la voluntad de Dios con todo el corazón", (Efesios 6:5-6, NTV).
Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios", (Efesios 6:5-6, RV60).