Los Gálatas, creyentes gentiles, estaban siendo presionados a circuncidarse por lo judaizantes. Estos falso maestros, les estaban enseñando que, además de aceptar a Cristo, necesitaban la circuncisión para "completar" su salvación, y Pablo desmiente esas enseñanzas.
"Los que tratan de obligarlos a circuncidarse lo hacen para quedar bien con otros. No quieren ser perseguidos por enseñar que solo la cruz de Cristo salva. Ni siquiera los que luchan a favor de la circuncisión cumplen toda la ley. Solo quieren que ustedes se circunciden para poder jactarse de ello y decir a todos que ustedes son sus discípulos", (Gálatas 6:12-13, NTV).
"Todos los que quieren agradar en la carne, estos os obligan a que os circuncidéis, solamente para no padecer persecución a causa de la cruz de Cristo. Porque ni aun los mismos que se circuncidan guardan la ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis, para gloriarse en vuestra carne", (Gálatas 6:12-13, RV60).