El problema que enfrentaban los Gálatas era serio. Los judaizantes los querían convencer de que necesitaban la ley y la circuncisión para realmente ser salvos. Pero Pablo les aclara que la circuncisión no importa cuando se trata de la salvación en Cristo.
"No importa si fuimos o no circuncidados. Lo que importa es que hayamos sido transformados en una creación nueva", (Gálatas 6:15, NTV).
"Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación", (Gálatas 6:15, RV60).