Pablo empieza su despedida deseando que la paz y la misericordia de Dios esté con los creyentes en Galacia.
"Que la paz y la misericordia de Dios sean con todos los que viven según ese principio; ellos son el nuevo pueblo de Dios", (Gálatas 6:16, NTV).
"Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios", (Gálatas 6:16, RV60).