Pablo les recuerda a los Gálatas que cada uno de ellos es responsable de sus acciones, sean buenas o sean malas.
"Presta mucha atención a tu propio trabajo, porque entonces obtendrás la satisfacción de haber hecho bien tu labor y no tendrás que compararte con nadie. Pues cada uno es responsable de su propia conducta", (Gálatas 6:4-5, NTV).
"Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse solo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga", (Gálatas 6:4-5, RV60).