Jonás intenta huir de Dios, sin embargo, Dios usa el mar para frustrar los planes de Jonás, quien ilusamente pensaba poder huir en un barco, como si el mar pudiera alejarlo de Dios.
"Ahora bien, el Señor mandó un poderoso viento sobre el mar, el cual desató una violenta tempestad que amenazaba con despedazar el barco", (Jonás 1:4, RV60).