Es bueno saber que en los momentos difíciles Dios todavía habla y nos da la solución a los problemas que enfrentamos. Pero debemos de escuchar bien su voz.
"Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel" (Josué 1:2, RV60).