Dios le ha hablado a Josué y le ha dado a Josué una tarea grande. Y tal vez Josué pensaba en lo monumental que era la tarea. Por eso Dios le confirma que él va a estar con Josué de la misma manera que estuvo con Moisés.
"Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé", (Josué 1:3-5).