Este proverbio habla de la fortaleza que se debe de tener emocional o espiritualmente, no necesariamente de una fortaleza física.
"Si fallas bajo presión, tu fuerza es escasa", (Proverbios 24:10, NTV).
"Si en el día de la aflicción te desanimas, muy limitada es tu fortaleza", (Proverbios 24:10, NVI).