Estos Proverbios nos enseñan que hacer la voluntad de Dios, en vez de la nuestra, trae beneficios espirituales y hasta físicos.
"No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos", (Prov. 3:7-8, RV60).