El salmista le pide al Señor que reemplace deseo que no son buenos por el amor a su palabra, ya que en ella el salmista puede encontrar vida.
"Dame entusiasmo por tus leyes en lugar de amor por el dinero.Aparta mis ojos de cosas inútiles y dame vida mediante tu palabra", (Salmo 119:36-37, NTV).
"Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia.Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino", (Salmo 119:36-37, RV60).