Dios es el protector de los suyos y es imposible que Dios falle en esta tarea, ya que Dios no duerme y tampoco se adormece. Dios está siempre alerta y por eso puedes confiar en su protección.
"En efecto, el que cuida a Israel nunca duerme ni se adormece.¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora", (Salmo 121:4-5, NTV).
"He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha", (Salmo 121:4-5, RV60).