El salmista sabe que cuenta con Dios en cualquier momento de su vida. Y también cuenta con la palabra de Dios, la cual él menciona le trae esperanza.
"Yo cuento con el Señor; sí, cuento con él. En su palabra he puesto mi esperanza", (Salmo 130:5, NTV).
"Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado", (Salmo 130:5, RV60).