El salmista expresa su gran anhelo de estar con su Dios. Y también nos habla de cómo espera con ansias la presencia de Dios.
"Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana", (Salmo 130:6, RV60).
"Anhelo al Señor más que los centinelas el amanecer, sí, más de lo que los centinelas anhelan el amanecer", (Salmo 130:6, NTV).