La oración es un elemento muy importante en nuestra comunión con Dios, y el salmistalo menciona en muchos de sus salmos. Buscar el rostro de Dios, es buscarlo en oración, buscar su compañía, su comunión.
"Escúchame cuando oro, oh Señor; ¡ten misericordia y respóndeme!Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, Señor»" (Salmo27:7-8, NTV).
"Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; Ten misericordia de mí, y respóndeme.Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová" (Salmo 27:7-8, RV60).