Dios puede protegernos de cualquier persona que quiera hacernos daño. No importa si las personas piensan que Dios lo pueda o no hacer.
Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí.Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios", (Salmo 3:1-2, RV60).
"Oh Señor, tengo tantos enemigos; son muchos los que están en mi contra.Son tantos los que dicen: «¡Dios no lo rescatará!».", (Salmo 3:1-2, NTV).