Santiago nos invita a mirar la palabra de Dios y perseverar en ella, porque ella nos trae libertad.
"Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este serĂ¡ bienaventurado en lo que hace", (Santiago 1:25, RV60).