Debes ser agradecido siempre, en todo momento y todo lugar
Este principio es uno de esos principios, de los que resulta más fácil hablar que practicar.
Estoy seguro de que te resultaría fácil agradecer ante una mesa dispuesta con tu comida favorita, o cuando recibes una promoción en el trabajo; pero ¿agradecerías igual cuando las circunstancias que vives se alejan de las que acabo de mencionar? ¿Si al abrir el refrigerador solo encuentras agua? ¿Si al llevar a tu ser amado al médico, por un dolor de cabeza, le detectan un tumor canceroso que no se puede operar? ¿Si después de veinticinco años trabajando para la misma empresa, un día deciden “reestructurar” la organización y te despiden sin ninguna consideración?
Hay situaciones en las que resulta fácil ser agradecidos, y hay otras en las que no. Sin embargo, Dios espera de ti y de mí, que en TODAS las circunstancias que enfrentemos, seamos agradecidos.
"Recuerda que Dios no quiere remendar tu vida, El quiere darte una nueva, abundante y llena de significado, que lo manifieste a El en todo lo que hagas".