Se habla mucho de la herida que nos deja una cesárea. Pero se habla poco o nada de la herida emocional que nos deja esta forma de dar a luz cuando no la elegimos. En este mes de abril, mes de concienciación de la cesárea, quiero que hablemos de este tema.
Adriana, que forma una familia monomarental con su hijo Azul, decidió informarse y empoderarse muchísimo antes de su parto para dar a luz en casa. Pero luego de 4 días agotadores en trabajo de parto, su plan cambió 180 grados y tuvo que recurrir a una cesárea. Se encontró repentinamente envuelta en una serie de procedimientos que escaparon de su control. Qué le pasa a una mujer cuando pierde el poder sobre su cuerpo y sobre su parto? Cómo impacta eso su rol de mamá? En este episodio exploramos una herida abierta por el parto, en curso de sanación, que deja lugar a muchas preguntas y también a aprendizajes de aceptación.
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